El límite elástico, también conocido como límite de proporcionalidad, es la tensión máxima a la que un material puede ser sometido sin experimentar deformación permanente. Es decir, es el punto en el cual un material deja de comportarse elásticamente y comienza a deformarse plásticamente.
Cuando un material se somete a una tensión por debajo del límite elástico, sufre una deformación reversible, lo que significa que al retirar la tensión, el material vuelve a su forma original sin dejar ninguna deformación permanente. Por otro lado, si se supera el límite elástico, el material se deforma de forma permanente y ya no puede volver a su forma original.
El límite elástico varía dependiendo del tipo de material. Por ejemplo, en los metales, el límite elástico generalmente está cerca del límite proporcional, es decir, el punto en el cual la relación entre el esfuerzo aplicado y la deformación es lineal. En otros materiales, como el plástico o el caucho, el límite elástico puede ser más difícil de determinar debido a sus propiedades viscoelásticas.
El límite elástico es una propiedad importante a tener en cuenta al diseñar estructuras o seleccionar materiales para aplicaciones específicas, ya que indica el nivel de carga que un material puede soportar sin sufrir deformaciones permanentes. También se utiliza para determinar la resistencia y la elasticidad de los materiales en ingeniería.
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